Antiguo Búnker Atómico en el Museumpark
El pasado fin de semana visité el antiguo búnker atómico de Westzeedijk, ubicado en el Museumpark de Rotterdam. Este refugio está a escasos metros de la Iglesia Griega Saint Nicolas y nunca me había dado cuenta de su existencia. Desde el exterior, solo se ve una gran losa de piedra en el césped. El búnker fue diseñado para protegerse contra armas atómicas, biológicas o químicas. Al parecer, es el museo más pequeño de Rotterdam.
Viaje al Interior del Búnker
Para entrar al búnker, se desciende por unas escaleras y se pasan dos puertas metálicas robustas. El interior tiene capacidad para 50 personas, que se acomodaban en pequeños bancos para dos personas, con camas básicas encima. Había un pequeño compartimento cubierto solo por una cortina, y con un cubo grande para hacer las necesidades. Cuando el cubo se llenaba, debía vaciarse en el exterior.
Sobre las mesas había latas con raciones de comida de emergencia y provisiones de agua que se reponían mensualmente. Después de 48 horas, el peligro se consideraba pasado y se podía abandonar el refugio. También había velas para casos de apagón.
El refugio estaba diseñado para personas que se encontraran en la zona y no pudieran llegar a su casa durante una emergencia. Durante esas 48 horas, había que girar una gran manivela para purificar el aire, una tarea exigente. El aire exterior pasaba por filtros de arena y luego entraba en el recinto por un tubo. En caso de amenazas químicas o biológicas, se conectaba una gran máscara antigás para proporcionar aire fresco, creando una especie de burbuja para mantener fuera partículas o contaminantes.
La Red de Refugios en Rotterdam
Además del búnker en Westzeedijk, Rotterdam tenía 17 refugios similares en diferentes partes de la ciudad que fueron construidos durante los años de la Guerra Fría en previsión de un posible ataque de la Unión Soviética.
Casi todas las estaciones de metro de la RET también estaban preparadas como refugios. Las paredes contenían compartimentos con inodoros, suministros de comida y kits para construir camas, mientras que los vagones del tren servían como asientos. La mayoría de estos refugios fueron cerrados, demolidos o reconvertidos después de la caída del Telón de Acero y el colapso de la Unión Soviética en 1989.
Aún queda un refugio en Schiebroek, intacto y con capacidad para unas 100 personas. Parte de él es utilizado por un vendedor de flores para almacenar flores, y otra parte ha sido restaurada a su estado original.
Estos refugios estaban destinados al público, y se esperaba que cada persona preparara su propio refugio en casa. El Servicio de Protección Civil publicó un manual en la década de 1960 sobre cómo construir un refugio en casa. Por ejemplo, en caso de un ataque aéreo, se recomendaba sellar todas las puertas y ventanas con sacos de arena.
Los refugios más grandes incluían estaciones de metro, donde podían refugiarse hasta 15,000 personas. La Estación Central y el área de Leuvehaven tenían sus propios refugios. En algunas estaciones de metro, todavía se pueden ver restos de los refugios originales.
Tras pasar media hora en esta pequeña habitación (aproximadamente 2,5 por 5 metros), sin privacidad y sin sitio para moverse, espero que nunca tengamos que usar estos refugios. Si sufres de claustrofobia, las 48 horas podrían ser eternas.